Líneas de actuación

Estas líneas de trabajo, lejos de ser un catálogo de intenciones, están basadas en la realidad sincera de las personas que hemos decidido dar un paso adelante y formar parte de la junta directiva. Hemos medido nuestras fuerzas, nuestras realidades y nuestras inquietudes. Y tenemos claro que queremos que PROCURA siga siendo lo que siempre ha sido, una voz necesaria que requiere ser escuchada y un repositorio de voces que necesitan ser escuchadas.

A día de hoy, imaginamos PROCURA con cuatro grandes áreas donde es necesario intervenir.

Estos espacios de trabajo se fundamentan en nuestra propia concepción de lo que es la asociación y de las prioridades que tiene. No quiere decir que sean las únicas líneas que habría que trabajar (ni mucho menos) sino que son las que actualmente podemos comprometernos a desarrollar. Y tampoco quiere decir que sean las únicas que desarrollemos ya que no sabemos con certeza qué nos deparará esta andadura.

Servir como una interlocución reconocida y válida con los poderes públicos y con las instituciones aragonesas (Ayuntamientos, Diputaciones y Gobierno autonómico).

Esto tiene mucho que ver con el reconocimiento y el prestigio que tiene PROCURA como colectivo. Y este peso específico para las instituciones no debe perderse y hay que recuperarlo en estos momentos en que parece que las instituciones cada vez creen menos en la importancia de tener voces autorizadas que les sirvan de contrapeso a su propia planificación de las políticas públicas en materia de cultura que desarrollan. Estamos convencidas de que PROCURA tiene mucho que aportar y sobre todo puede ser un puente estable y con buenos cimientos para construir nuevas relaciones necesarias entre la ciudadanía y las instituciones.

Supervisar la acción y la política cultural de las instituciones en defensa de las buenas prácticas, la igualdad, la transparencia, la sostenibilidad, la accesibilidad, la responsabilidad y, en definitiva, de los derechos culturales de las personas y las comunidades.

PROCURA no fundamenta su naturaleza en la crítica o en la denuncia sino que pretende contribuir a la defensa de ciertos aspectos que nos parecen vitales si de políticas públicas hablamos, porque está claro que defendemos unos mínimos  en la acción pública: las buenas prácticas en la gestión de lo público, la lucha por las desigualdades, la transparencia, la sostenibilidad, la accesibilidad, la responsabilidad en el uso de los recursos públicos, la lucha contra la precariedad laboral de los agentes culturales, el feminismo y, en definitiva, los derechos culturales de las personas y las comunidades y la gestión pública. PROCURA no nació como órgano fiscalizador de nadie pero sí que creció con la responsabilidad de defender ciertos planteamientos que afectan al común de las sociedades, de las comunidades y de las personas.

Facilitar a los agentes culturales y sociales una herramienta eficaz para la defensa y protección de sus prácticas culturales frente a terceros (sean públicos o privados) así como conformar un espacio de referencia en caso de necesidad de orientación, asesoramiento o información relativa a su quehacer cultural (profesional o no).

Quizá sea este el objetivo primigenio por el que PROCURA nació, para acompañar a los agentes culturales en su andadura, para que se sintieran escuchados dentro de un colectivo que sabía que les iba a entender (o por lo menos lo iba a intentar), para que le defendiera frente a diversos atropellos, para sentirse reconocido, para estar protegido frente a terceros (sean públicos o privados), para que pudiera visibilizarse su trabajo, para recibir servicios que necesitaba, para, en definitiva, sentirse que formaba parte de un todo que le servía de primera referencia en su labor cotidiana y profesional: PROCURA como espacio de referencia en caso de necesidad de orientación, asesoramiento o información relativa a su quehacer cultural (profesional o no). Y PROCURA tiene que seguir siendo ese espacio de referencia para todas aquellas personas que se dediquen a la cultura. Y hablamos de “dedicarse a la cultura”, de manera profesional o no, ya que entendemos que los paradigmas han cambiado en la medida que lo que nos importa es la propia práctica cultural, en el sentido de que todos somos creadores y productores de nuestra propia cultura y agentes activos y no sujetos pasivos.

Ponernos a disposición de las instituciones públicas para cualquier asunto relacionado con políticas culturales y con gestión cultural.

Nuestro espíritu es ser propositivos y ayudar a construir proyectos, relatos y políticas en el ámbito que sabemos y del que tenemos experiencia. No entendemos otra forma. Tampoco tenemos prejuicios salvo contra los que atacan las libertades individuales (y colectivas) y los derechos fundamentales (xenofobia, racismo, machismo, etc.). Entendemos que una de las cosas que define la cultura es justamente la contraria, es decir, la protección de sociedades libres que tengan garantizados los derechos básicos, incluidos los culturales. No tenemos ideologías partidistas ya que nuestro colectivo es diverso pero sí que nos podemos definir como un colectivo “político” en el buen sentido del término: en el de pensar en el interés general y articular, mediante nuestra posición ideológica, buenas prácticas en el ámbito de la cultura y defensa de los derechos sociales básicos.

Promover el debate y la reflexión sobre cuestiones de interés colectivo en el campo de las políticas culturales, la gestión cultural y los derechos culturales.

PROCURA ha sido la única asociación en Aragón que ha trabajado la formación, la sensibilización y la visibilidad de los agentes culturales del territorio. Y lo ha hecho incluso promoviendo acciones innovadoras y de mucha calidad, apostando por la vertebración territorial y por la igualdad de oportunidades en el ámbito de la cultura (recordamos los programas formativos realizados en municipios pequeños de las tres provincias, por ejemplo).  Las necesidades en este campo siguen siendo muchas pero también distintas porque los tiempos cambian, los contextos se transforman, aparecen nuevas relaciones, nuevas formas de hacer cultura y nuevos personajes en el tablero de juego.

Mantener relaciones con entidades análogas y a nivel federativo estatal, y con todos aquellos colectivos, agentes sociales y culturales y estructuras de Aragón y del Estado.

La importancia de las redes, de la más cercana a la más lejana. PROCURA siempre ha formado de todo tipo de redes en las que ha estado con responsabilidad y trabajo. Es más, ha tenido un peso específico en muchas de ellas, ostentando incluso posiciones importantes  (estamos pensando en la Federación Estatal de Asociaciones de Gestión Cultural, donde durante muchos años fue capaz de ser el timón, sobre todo en sus inicios). Pero estaríamos equivocados si posáramos la mirada sólo en lo estatal. Todos hemos visto en estos últimos años el nacimiento de otras plataformas de ámbito local y autonómico con las que es necesario tener contacto, ya que en ocasiones nacen o han nacido de la necesidad de defender ciertos derechos, que nos son comunes. No solo creemos que el (buen) roce hace el (buen) cariño sino que también creemos en eso de que “juntas, más fuertes” e incluso creemos en esa máxima mosqueteril del “una para todas y todas para una”, tan vigente dos siglos después.

Boletín, web y redes sociales.

Informar y estar informado, comunicar y estar comunicado. En estos momentos estamos trabajando en la estrategia a seguir. Pero no tenemos duda de la importancia de la comunicación interna -con los socios- y externa -visibilidad del colectivo a nivel social-.